El buzón

Feliz 2010, por Viviana Trujillo y Hernán Ortiz - Hecho con el Lite-WriteTienes un buzón en el cerebro. Específicamente, en la parte baja del hemisferio izquierdo. Todos tenemos un buzón en el cerebro y está en el mismo sitio. Ahora, mientras lees esta, y esta, y esta palabra (también esta) tus neuronas responden a un alfabeto de formas “recicladas” que conviertes en un código natural para el lenguaje. Buzón (o letterbox) es el nombre con el que el neurocientífico francés Stanislas Dehaene –autor del libro The Number Sense, y recientemente, Reading in the Brain– bautizó a la región del cerebro que reconoce las palabras visuales y les da sentido. Este matemático-convertido-en-neurocientífico y profesor en el Collège de France, dijo en una entrevista a Scientific American que aunque sus investigaciones sobre la lectura no han modificado para nada su forma de leer, lo han hecho más consciente de los milagros del cerebro. “Siempre me asombra cuando veo a los niños descifrar sus primeras palabras: el orgullo en su cara es un testimonio de las maravillas de la lectura”.

Cuando visitamos a Francisco Lopera, director del Grupo de Neurociencias de Antioquia, también fuimos conscientes de los milagros del cerebro. Vivi y yo lo esperábamos sentados en su oficina, rodeados de libros sobre lenguaje, Alzheimer y percepción. Una bata blanca con su nombre cubría el espaldar de la silla donde, cinco minutos después, se sentaría a conversar con nosotros sobre lenguaje y percepción. Sabíamos intuitivamente que la neurociencia era importante para Fractal’10, pero necesitábamos hablar con alguien que pudiera darnos respuestas. Los desarrollos en ficción, arte, ciencia y tecnología de una forma u otra nos invitan a reinventar el mundo, pero, ¿cómo percibimos y entendemos ese mundo?

La oficina de Francisco Lopera distorsiona el tiempo. Mientras nos hablaba de desórdenes neurológicos como la akinetopsia (incapacidad para percibir el movimiento), la prosopagnosia (interrupción selectiva de la percepción de rostros) o la palinopsia (alucinaciones visuales recurrentes), había pasado una hora en quince minutos. “Nadie puede alucinar ni soñar sin cerebro”, dijo, refiriéndose a la importancia del cerebro en la percepción. Nos contó la historia de un paciente con palinopsia que leyó el menú de un restaurante y lo siguió viendo aún después de ordenar, y de un paciente con prosopagnosia que no podía reconocer a su esposa por la cara, sino por la voz. “Tal vez podría dar una charla sobre cómo hace el cerebro para percibir el mundo”, dijo. Luego hablamos sobre lenguaje, sobre cómo surgió el lenguaje en la evolución, sobre si el lenguaje es un regalo de la cultura (Piaget) o de la naturaleza (Chomsky) y sobre los monos a los que les enseñaron a hablar con lenguaje de señas. “Lo único que nos diferencia de los demás animales es el lenguaje”, dijo, encontrando el título de su segunda charla.

Las charlas se presentarán el 24 de Abril en Fractal’10, un evento donde también se tratarán temas como creatividad, realidad aumentada, realidad mixta, neuroingeniería, bioingeniería, música, ciencia ficción, arte interactivo, cyborg antropología, cultura protésica, realidad consensual e hiperficciones, todas orientadas a la frase “reinventando el mundo”. Por cierto, si estás pensando en Abril de 2010, agradécele al buzón – él es el que permite darle sentido a este texto para que puedas visualizar el futuro. O pensar en el pasado…

… en el pasado, antes de que existiera la lectura, también existía el buzón (las evidencias sugieren que aunque el cerebro en su forma moderna tiene 200.000 años de antigüedad, la lectura sólo tiene 5.000 años). ¿Pero entonces cuál era su papel? En experimentos con analfabetos el Dr. Dehaene notó que antes de que el buzón respondiera a palabras, tenía una preferencia por imágenes de objetos y caras, así como pequeñas características presentes en los contornos de formas naturales (como la “Y” en las ramas de los árboles). La hipótesis del Dr. Dehaene es que nuestras letras emergieron de reciclar esas formas en un nivel cultural. El cerebro no tuvo suficiente tiempo de evolución “para” la lectura – entonces los sistemas de escritura evolucionaron “para” el cerebro; lo que hace que la lectura sea una especie de hack al cerebro: el buzón evolucionó a hacer una cosa (la agudeza visual necesaria para, por ejemplo, rastrear animales) y fue llevado a hacer otra (leer).

Sea ese el caso o no, el hecho es que en este preciso momento estás leyendo algo que fue escrito palabra por palabra. Es lo que podemos hacer hoy: leer y escribir textos. Pero mañana… tal vez otro hack al cerebro reemplace este tipo de lectura por tecnologías auditivas o pictóricas, interfaces cerebro-computador o interfaces cerebro-cerebro que compartan torrentes de información en cuestión de segundos.

Por ahora leemos y escribimos, y esto ya es más que suficiente para agradecerle al buzón. De hecho, leer y escribir fue lo que hicimos este año en Escritura Líquida.

Escritura Líquida es un taller de escritura sin figuras de autoridad donde buscamos encontrar una voz narrativa por medio de ejercicios colectivos y actividades personales. La idea había estado persiguiéndonos, pero huíamos de ella, sin la suficiente confianza para empezar.

En La dinámica de Proyecto Líquido, siempre han aparecido personas que nos han hecho creer en nosotros. Al principio fue Jeremy Robert Johnson, quien dijo estar definitivamente interesado y agradecido de que lo quisiéramos involucrar en nuestro primer proyecto Agua/Cero (cuando aún no se llamaba así). Luego fue James Patrick Kelly y John Kessel, quienes nos dijeron en Fractal’09 que deberíamos empezar nuestro propio Clarion (reconocido taller norteamericano, enfocado en los fundamentos de la escritura de cuentos de ciencia ficción y literatura fantástica, del que han salido escritores como Kim Stanley Robinson, Bruce Sterling, Kelly Link y Cory Doctorow). Cinco meses después, bajo la asesoría y compañía de John Kessel y Kij Johnson, empezamos nuestro propio taller (enfocado en escritura en general), que ha sido una de las mejores experiencias que hemos tenido en Proyecto Líquido.

Holo, el taller de creatividad para niños, también fue una de esas experiencias: así como el Dr. Dehaene se asombró al ver a los niños descifrar sus primeras palabras, nosotros nos asombramos al ver a los niños escribir sus primeras historias. Y más importante aún, al verlos asombrarse de ellos mismos con sus historias. Es algo que, aunque no seamos neurocientíficos, nos hizo más conscientes de los milagros del cerebro.

Otras personas muy importantes nos han ayudado a creer en nosotros: ustedes. Los buzones que le dan sentido a estas letras. Muchas gracias por estar ahí.

¡Feliz Navidad y 2010!

[Imagen: Viviana Trujillo, creada con The Lite-Write de Tangible Interaction]


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HERNÁN ORTIZ. Co-fundador de encuentro Fractal y Proyecto Líquido. Trabajo con historias. E-mail: hernan (arroba) proyectoliquido.net
Twitter: @hernanpl

AGUA/CERO: una antología de Proyecto Líquido



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