The New Yorker, Jonathan Lethem y la ciencia ficción salpicando el mainstream
Hacía diez años que la revista The New Yorker no publicaba un cuento de ciencia ficción (exceptuando “Jon“, la genial sátira de George Saunders que se incluyó en su colección In Persuasion Nation —de la que leímos un cuento en Descarga Fractal— y que es la historia de un grupo de adolescentes encerrados en un centro comercial para hacer valoración de productos, ver publicidad y representar al segmento adolescente: las mujeres tienen cinturones de castidad en velcro y todos los adolescentes son animados para masturbarse en vez de tener sexo… pero una mujer, Carolyn, se las arregla para embarazarse. Bueno, volvamos a la noticia…) y este mes lo han publicado: Lostronaut por Jonathan Lethem.
El cuento, en forma de carta, es una conmovedora historia sobre astronautas con problemas en una estación espacial. Traduzco el inicio:
Queridísimo Chase,
Estoy tratando de “sentir” Noviembre, el tuyo y el mío. Haré un diorama imaginario, algo colegial, un intento por ganar una feria de la ciencia secreta del corazón: el Noviembre de Janice y Chase. Una miniatura mental por la que puedo mirar. (No le mencionaré este proyecto al Capitán, ni a los Rusos, ni a nadie más. Aquí arriba todos sabemos demasiado sobre los proyectos de los otros). ¿Ya está haciendo frío? ¿Manhattan está hermosa? ¿Ya pusieron el árbol de navidad, o es demasiado pronto? (Sé que odias el Rockefeller Center). ¿Vas alguna vez al jardín Chino en el Met, con la cascada borboteante, donde una vez fuimos y nos acostamos con las cabezas juntas sobre una piedra y nos quedamos dormidos? (No sé si yo quiera saber si vas sin mí o no, así que no respondas a esa pregunta). ¿Sueno como una estúpida? Perdóname, me estoy poniendo algo loca aquí arriba. Desde el escape –en realidad, explosión– del anticongelante, las cosas no han estado bien.
Jonathan Lethem, al igual que Michael Chabon, es un escritor mainstream muy agradecido con la literatura de género (o deberíamos decir simplemente que es un escritor y punto). De vez en cuando publica ciencia ficción (durante los 90s publicó una serie de cuentos relacionados con realidad virtual e implantes neuronales) y algunos de sus ídolos son Philip K. Dick y Rod Serling. En la antología de celebración de los 30 años de la Asimov’s Science Fiction Magazine, Jonathan Lethem afirma que la primera vez que se sintió como escritor de verdad fue cuando publicó el cuento “The Happy Man” en una edición de 1991 de la revista Asimov’s, ya que le permitió hacer parte de la tradición norteamericana de revistas pulp. Y últimamente, no sé por qué, estoy viendo muchísimo a Lethem. Leyendo el libro Sound Unbound, una recopilación de artículos sobre música y cultura digital recopilada por DJ Spooky (que además incluye CD), junto a ensayos de Bruce Sterling, Cory Doctorow y Saul Williams, vi a Jonathan Lethem. Vi a Jonathan Lethem en la antología Feeling Very Strange (sobre el género/efecto literario Slipstream), en la antología Rewired (sobre el post-cyberpunk), y en la antología Generación Quemada. Y ahora en The New Yorker, una revista que ha sido muy prevenida con la publicación de historias de ciencia ficción, y que ahora flexibiliza su rigor editorial; un ejemplo más de que la ciencia ficción inevitablemente está salpicando el mainstream.
[Fuente: io9, The New Yorker]
[Imagen: The New Yorker]