Despedida de H2blOg

Ha pasado un año desde que publiqué un artículo sobre la muerte de Ray Bradbury que, extrañamente, encajó con la muerte de este blog.

H2blOg nació en marzo de 2008 como una forma de compartir artículos de ficción, arte, ciencia y tecnología. Se trataba del blog de Proyecto Líquido, nombre que agrupaba el trabajo de Vivi Trujillo y yo (desde los libros hasta el Encuentro Fractal), solo que ahora, cinco años después, Proyecto Líquido se refiere exclusivamente a nuestro proyecto editorial, y Corporación Fractal, a la entidad que agrupa todo lo que hacemos.

La mayoría de los blogs están muriendo y este no fue inmune al fenómeno. Muchas gracias a todos los lectores, más aún a los que hicieron comentarios: ¡le dieron vida a este blog durante cinco años!

Los invito a que visiten mi nuevo sitio personal: HERNANORTIZ.COM.

Les recuerdo que tenemos una página de Fractal en Facebook (www.facebook.com/encuentrofractal) y una de Proyecto Líquido (www.facebook.com/proyectoliquido). También nos pueden seguir en Twitter (@universofractal).

Y me pueden añadir en Facebook (www.facebook.com/hernan.ortiz) o seguirme en Twitter (@hernanpl).

Ray Bradbury, el inmortal

El artículo sobre Ray Bradbury que escribí para la revista Generación de El Colombiano del Domingo 17 de junio.

 

Si el Señor Eléctrico tenía razón, Ray Bradbury aún sigue vivo.

Un mago se electrocutó en una silla eléctrica frente a multitudes. Luego levantó una espada y nombró caballeros a todos los niños sentados en la primera fila, entre ellos Bradbury. El Señor Eléctrico tocó su cabeza con la espada, le llenó el cráneo de electricidad, haciendo que su pelo flotara y salieran chispas de sus oídos, y le gritó: “¡Vive eternamente!”

Al día siguiente, en medio del funeral de su tío favorito, Bradbury vio la carpa del circo y le dijo a su papá que frenara. Con el carro lejos, y su papá enojado, Bradbury entendió que lo que estaba intentando hacer era escaparse de la muerte y correr hacia la vida.

El Señor Eléctrico le enseñó algunos trucos, le presentó a los demás personajes del circo (el Hombre Ilustrado, la Señora Gorda, el Hombre Esqueleto) y le dijo que él no era un niño de 12 años sino el espíritu reencarnado de su mejor amigo, quien se había muerto en la primera guerra mundial. Ese encuentro extraño, mágico y atemporal con el Señor Eléctrico le cambió la vida para siempre y desde ese momento empezó a escribir tiempo completo. Ese año sus papás le regalaron una máquina de escribir de juguete, en la que escribió continuaciones para las historias de ciencia ficción que leía. Su imaginación había sido estimulada desde los seis años con El Mago de Oz y luego con los cuentos de Edgar Allan Poe y Edgar Rice Burroughs.

Mientras crecía, Bradbury trabajó en radio y teatro y logró ahorrar suficiente para comprarse una máquina de escribir de verdad. “La máquina de escribir es como una tabla ouija,” dijo. “Las manos se mueven y revelan cosas sobre ti mismo que antes no conocías.”

Empezó a vender cuentos a revistas como “Weird Tales” y “Super Science
Stories”, con los que más o menos pudo ganarse la vida. Algunos eran sobre
circos ambulantes y otros sobre viajes al espacio exterior. Bradbury se casó con la librera Marguerite McClure y publicó el libro Dark Carnival en el que reunió sus cuentos de terror. Tres años después, recopiló una serie de cuentos sobre Marte, sus habitantes, la soledad y el miedo que se siente en el espacio.

Crónicas Marcianas lo convirtió en el primer escritor de ciencia ficción en ser respetado por críticos literarios, quienes admiraban su prosa poética. Esto generó resistencia en los círculos más ortodoxos del género: lo criticaban porque sus historias no eran científicamente rigurosas. Sin embargo, Bradbury decía que aunque él era fan de la ciencia ficción, no era un escritor de ciencia ficción. “Es mejor pensar en mis historias como cuentos de hadas o mitos modernos sobre tecnología,” decía Bradbury… excepto Fahrenheit 451, una novela sobre un futuro en el que los libros son ilegales, que escribió en una máquina de escribir que funcionaba con monedas y a la que él se refería como su única historia real de ciencia ficción.

A sus ingresos se sumaron la publicación de sus textos en revistas como Playboy y Esquire, adaptaciones para cine y televisión de sus cuentos, la escritura del guión de Moby Dick y el diseño y la historia de Spaceship Earth, una estructura esférica en el Walt Disney World Resort donde la gente puede ver los orígenes de la humanidad y visualizar el futuro en el espacio. “Deberíamos volver la luna y construir una base para luego viajar a Marte y colonizarlo,” dijo Ray Bradbury en 2010. “Cuando hagamos eso, viviremos eternamente.”

Yo me enteré de su muerte por un mensaje de texto. Estaba saliendo de un
pueblo donde no entraba la señal del celular y en la carretera me llegó el mensaje de una amiga. No le creí. Tampoco le creí a Google. Se trataba de la muerte de uno de los escritores que había iniciado todo para mí: la primera charla en la historia del Encuentro Fractal fue sobre él, algunos cuentos de nuestro primer libro, Agua/Cero, nos recuerdan sus historias y su nombre hace más fácil nuestro trabajo cuando nos preguntan cuál es esa literatura tan rara con la que trabajamos. Con el celular en la mano, pensé en “El Asesino” (1953), un cuento en el que un tipo está en el manicomio por destruir todos los dispositivos tecnológicos que encontraba en su camino. El tipo no quería vivir en un mundo donde teléfonos, máquinas de fax, televisores con cámaras y casas inteligentes demandaban toda su atención y perturbaban su paz. “Era tan agradable al principio. La sola idea de esas cosas, tan prácticas, era maravillosa. Eran casi juguetes con los que uno podía divertirse. Pero la gente fue demasiado lejos, y se encontró envuelta en una red de la que no podía salir”.

Bradbury criticaba los celulares, internet y la televisión y exaltaba al libro físico como el medio ideal. Sin embargo fue gracias a la televisión que yo lo conocí. En el canal USA daban “Sábados de Sci-Fi“, un bloque de programas de ciencia ficción entre los que estaba El Teatro de Ray Bradbury, cuentos para televisión que él mismo escribía. En la presentación lo mostraban encerrado en una habitación oscura, rodeado de muñecos, fotos y objetos antiguos que lo inspiraban a escribir. Vi el capítulo de un señor al que lo atormentaba tanto el hecho de tener un esqueleto dentro de su propio cuerpo que empezó a combatirlo con la ayuda de un especialista, y uno en el que un grupo de astronautas llegaban a Marte para encontrar casas muy similares a las de la Tierra donde vivían sus familiares muertos, y otro en el que unos niños tenían en su casa un cuarto de realidad virtual donde experimentaban una selva africana que cada vez se hacía más sangrienta. Estas historias se quedaron grabadas en mi cabeza, y en bibliotecas encontré esos mismos cuentos, y otros más, en los libros El Hombre Ilustrado, El País de Octubre, Crónicas Marcianas… y con ellos descubrí que Bradbury, como El Señor Eléctrico, era un mago de escenario que te daba un golpe en la cabeza con su prosa eléctrica, que tomaba el control de tu cerebro y que, como los marcianos de sus historias, te hacía ver, oír, escuchar y sentir cosas que no estaban ahí. Bradbury me mostró que la buena literatura podía ser tan inmersiva como el cine y la televisión y los videojuegos. Bradbury me enseñó a ser lector y escritor de historias, y me mostró que no había límites ni reglas ni teorías para la imaginación. “La habilidad de fantasear es la habilidad de sobrevivir,” decía.

Una infinidad de escritores, artistas y músicos han sido inspirados por su obra, así como muchos científicos que decidieron seguir una carrera espacial luego de leer sus cuentos.

Es verdad que Bradbury dejó de morir cuando tenía 12 años. El Señor Eléctrico tenía razón. Ahora vive eternamente en lectores que imaginan, cuentan y se emocionan con sus historias y que no permitirán que los años, ni el fuego, ni la muerte acaben con ellas.

[Imagen: “Ray Bradbury and the Dark Side of the American Dream” por Peter Patau, publicada con el permiso del autor]

[Fractal’12] Programando la Realidad

Para llegar a la nueva locación del Encuentro Fractal fuimos en metro hasta la estación Acevedo, en un vagón de metrocable hasta la estación Santo Domingo, y de nuevo, en otro vagón, por encima de un inmenso bosque natural, hasta la entrada del Parque Arví. Nos esperaba un bus que nos transportó hasta el espacio de Comfama, donde nos recogió un trencito que nos llevó por un camino de grava hasta los salones del Ciempiés.

Entramos a la Sala 3, donde aproximadamente 200 personas estaban sentadas, esperando a que empezara la cuarta versión del Encuentro Fractal. Algunas conversaban en el balcón que une a las salas detrás del escenario (decorado con dos sillas Spun, peluches de partículas subatómicas y tapetes amarillos con cojines de Fractal y Proyecto Líquido), otras jugaban con un telescopio que apuntaba hacia la selva, admirando el paisaje.

En la sala ya estaban: el escritor de ciencia ficción Paul Di Filippo, la programadora de espacios Jennifer Magnolfi, el arquitecto y productor de cine Keiichi Matsuda, la investigadora de cultura digital Raquel Herrera, el matemático Juan Guillermo Lalinde, y el programador Federico Builes. Los invitados internacionales ya habían saludado al intérprete (los presentamos antes de iniciar el encuentro para que él conociera el ritmo y tono de sus voces), la cámara de video ya estaba lista para grabar y transmitir por streaming, y los micrófonos activos y funcionando.

Comfama presentó brevemente sus instalaciones en el Parque Arví con la intención de que los asistentes conocieran mejor el lugar. Nosotros hicimos una breve introducción ficticia al Encuentro Fractal 2020, con la intención de crear el ambiente adecuado para la lectura de “Mood Room”, cuento que el autor de ciencia ficción Paul Di Filippo escribió para la ocasión:

“Bienvenidos a Fractal’20: Recuperando a la Humanidad. Este año entre los invitados tenemos a Harmon Stroeve, físico dedicado al estudio del cerebro humano, y Amaranth Bayless, bióloga y futura creadora de la tecnología Active Living Display (ALD). Ellos trabajarán en ambientes programables, serán los socios fundadores de la empresa Total Inmersive Environments (TIE) y crearán una habitación llamada Mood Room, un ejemplo de cómo se pueden crear espacios que responden a nuestra propia humanidad en medio de un mundo controlado por algoritmos. Por cierto, sé que van a hacer Harmon y Amaranth en el futuro porque ellos solo existen en la imaginación de un escritor que nos visitó en 2012, llamado Paul Di Filippo. Él se inspiró en el tema del encuentro de este año –Programando la Realidad– y en el trabajo de Jennifer Magnolfi –una programadora de ambientes que también invitamos ese año– para escribir un cuento que él mismo leyó. ¿Ustedes se acuerdan de Paul? ¿No se acuerdan de nada de lo que pasó en el 2012? Bueno, eso no importa: tenemos una reproducción háptica y holográfica del evento. Yo me voy a sentar, la habitación hará su trabajo, y en algún momento aparecerá en el escenario Jennifer, Juan, Raquel, Federico y Keiichi. Pero antes, Paul, quien ya está listo para invitarnos a entrar a la Mood Room…”

Paul Di Filippo nos contó la historia de una habitación creada en el año 2021 que se modifica según el estado de ánimo de sus habitantes. Esta habitación, debido a un error de programación, estuvo a punto de matar a sus inventores luego de ellos haberse dejado llevar por sus deseos. Paul describe la Mood Room así: “Imagínense una esfera grande pero flexible suspendida en una cuna de accionadores omnidireccionales, algo así como una bola siendo masajeada por cientos de brazos robóticos y dedos que pueden empujar y jalar y agitar y estirar y mecer y girar e inclinar el objeto sujetado. ¿No es genial? La cobertura externa esférica era un tejido inerte de seda de araña y Kevlar, infinitamente deformable. Pero la superficie interna de la bola vacía –la Mood Room– era revolucionaria.”

De la ficción de los espacios programables, pasamos a lo real. ¿Qué se está desarrollando actualmente? La investigación de Jennifer Magnolfi –arquitecta que ha trabajado en la NASA y en laboratorios de investigación de empresas como Herman Miller y Microsoft– está centrada en ambientes programables. Su charla giró en torno a las preguntas:

1) ¿Cómo se construyen ambientes que sean programables? En el futuro estamos viendo tecnología digital que es más barata, más fácil de manufacturar, que puede permear espacios muy básicos. Jennifer dice que hoy el cemento está siendo manufacturado con chips RFID, acero y subsistemas audiovisuales, de seguridad, cámaras, sensores, cosas que son parte del ambiente construido. Así como se programa el software, ¿se puede programar la arquitectura? Según Jennifer, los ambientes programables son espacios donde todo lo que se reconoce como físico también es digital, y también donde los usuarios del espacio son los diseñadores. Ya no se trata de un arquitecto, un ingeniero, sino de personas diseñando juntas el espacio. Por ejemplo, si yo estoy buscando a alguien que está en una habitación, el techo podría iluminarse en el lugar donde está esa persona y yo ya sabría dónde ir a buscarla. Aquí los usuarios del espacio no son pasivos, sino activos.

2) ¿Qué pasa cuando los usuarios (del software) se convierten en (sus) habitantes? ¿Qué pasa cuando se incrementa el software en el espacio? Una vez más, como usuario de software, ahora me convierto en un habitante del software. Según Jennifer, la noción de mover información con el cuerpo, y de mover esa información entre objetos en el espacio, la pared, el escritorio, tu dispositivo móvil, de hecho no está muy alejada. Una pared que se mueve es un objeto arquitectónico, pero cuando esa pared se queda en una posición, y en ella se proyecta información digital (o una textura o un color diferente), la pared deja de ser un objeto y se convierte en un lugar para trabajar juntos e interactuar con el software (o en un ambiente que nos hace sentir más cómodos).

3) ¿Qué pasa cuando las redes humanas programan el espacio juntas?
Es el área de interés actual de Jennifer: redes humanas, redes de personas. Jennifer dijo que muchas personas interactúan en espacios digitales (Email, Facebook, Twitter), pero cuando nos juntamos en el espacio físico, tenemos diferentes expectativas del ambiente. Eso es lo que ella está estudiando ahora, porque ella cree que cuando cambian esas expectativas se puede cambiar incluso una ciudad.

Esta visión humana de los espacios programables dio paso a la charla Humanos vs. Algoritmos de Juan Guillermo Lalinde.

Juan Guillermo dijo que los algoritmos eran una secuencia de pasos para hacer las cosas, pero que en muchos casos no era necesariamente la mejor. Los humanos que usan esos sistemas terminan poniéndose de acuerdo y encontrando aplicaciones que van más allá de lo percibido inicialmente. Juan Guillermo dio ejemplos donde los algoritmos parecían estar dominando, y otros donde los que dominaban eran los humanos, pero al final acudió al trabajo interdisciplinario para finalizar esa guerra: “No son humanos vs. Algoritmos. No es una dicotomía. Los invito a que empecemos a romper esa barrera, que en nuestra cultura es muy marcada, entre la parte creativa o artística, diciendo que las matemáticas no les sirve, y al revés, que las matemáticas y la ingeniería son temas rígidos donde la parte creativa no tiene cabida. Cuando se mezclan ese par de elementos, es que empezamos a desarrollar un potencial realmente grande.”

Y todo parecía en paz hasta que llegó Paul Di Filippo al escenario a proponer otro tipo de guerra: Humanos vs. Objetos.

Paul presentó el concepto del resistencialismo “actitudes aparentemente maliciosas manifestadas por objetos inanimados.” La billetera que se pierde, el celular que se descarga, el balón que se acerca peligrosamente a toda velocidad… según el resistencialismo, todas esas pequeñas molestias que los objetos le ocasionan a las personas durante el día son batallas que se pelean entre ambos. Afortunadamente en la literatura de ciencia ficción, a diferencia del género de terror, los objetos parecen ser aliados de los humanos, no enemigos, y se plantean futuros donde una internet de las cosas acaba con el resistencialismo. Paul leyó fragmentos de dos de sus historias, y mencionó trabajos de otros autores, como Rudy Rucker y Bruce Sterling, quienes por medio de sus historias exploran un futuro programable.

¿Pero quiénes son los que programan? El escritor canadiense Douglas Coupland ha explorado la cultura de la programación en sus novelas Microsiervos y jPod. La traductura de este último, la española Raquel Herrera, fue la encargada de presentar la obra y vida de este escritor en una charla llamada “Douglas Coupland: Programadores, Payasos y Poetas Visuales”.

Y está bien conocer a estos personajes por medio de la literatura, pero sería incluso más divertido conocerlos en persona.

Y ahí estuvo en el escenario Federico Builes, programador local, quien contó cómo usaba la programación para construir “robots” (entendiendo como “robots” al software, no a “máquinas antropomorfas de metal que nos querrán matar en algún momento”) que le hacían las tareas en la universidad, “robots” que comparaban la complejidad de las letras de una canción para saber sobre cuál quería escribir en su blog, y “robots” que le ayudaban a hacer múltiples tareas aburridas que se pueden solucionar “tirando tres líneas de código”. Federico dijo: “cuando pienso en ‘programar la realidad’ estoy pensando en soluciones elegantes para problemas cotidianos que pueden ser realizadas por máquinas para hacer que la vida de los seres humanos sea mejor.”

Ahora, llevando las cosas más allá, ¿cómo sería la vida de los seres humanos en un futuro donde esos mismos problemas cotidianos se solucionaran a través de tecnologías emergentes como la realidad aumentada?

El japonés Keiichi Matsuda cerró la serie de charlas de Fractal’12 hablando sobre el proyecto Realidad (hiper)Aumentada, una serie de videos que él realizó categorizados dentro de la naciente área de arquitectura ficción, o diseño ficción, con los que además de explorar cómo la tecnología puede hacer parte el espacio, busca provocar una reacción en la gente.

Keiichi dijo que en los videos se puede ver cómo el espacio no se comunica directamente con nosotros sino a través de una interfaz. Nosotros experimentamos el espacio por medio de un dispositivo, y el espacio, al ser diferente para cada persona, ya es un espacio subjetivo: estamos en el mismo espacio al mismo tiempo, pero la forma en que se usa este espacio puede ser muy diferente. “Eso lo vemos hoy cuando la gente está en un café trabajando, o concentrada en una consola de videojuegos en el bus,” dijo Keiichi. “Es la idea es ir al espacio, y gracias a la tecnología, decidir que función le ponemos.” Y así, de repente, todo el mundo es el creador de su propia ciudad. Cualquiera podría participar la construcción de la arquitectura virtual, ya que a diferencia de la física, no depende de factores económicos, políticos, y de seguridad y planeación.

Keiichi concluyó diciendo: “La arquitectura ficción o la diseño ficción son herramientas muy útiles para anticipar y enfrentar estos problemas antes de que se vuelvan reales. Podemos usar arquitectura ficción o diseño ficción para enfrentarnos a problemas imaginados y darnos una nueva perspectiva de cómo viviremos nuestras vidas en el momento. Este tipo de diseños y conversaciones pueden ayudarnos a llegar a un futuro más deliberado, un futuro que podemos elegir.”

Y ese fue el momento los asistentes eligieron a un invitado para hablar con él. Hacerle preguntas. Interactuar. Algunos se tomaron fotos y otros pidieron que les autografiaran libros. Se crearon pequeños grupos; los invitados escucharon atentamente para luego compartir con el público lo que más les llamó la atención en el pánel de clausura.

Algunas frases memorables del pánel:

Paul Di Filippo: El defecto o problema en la vida de un autor es el asilamiento. Yo me levanto y me siento en el computador, y bueno, internet es una gran ayuda. Empecé en la era pre-internet y recuerdo que la vida de un autor era incluso más aislada, excepto en eventos ocasionales en los que ves a tus colegas. Así que internet nos trajo un nivel de feedback y comunidad, pero un encuentro como este es la cúspide de interacción y sinergia, y las otras cosas buenas que trae el unir a gente inteligente de mente abierta.

Keiichi Matsuda: Es muy importante que haya tantas personas interesadas en responsabilizarse por nuestro futuro. A veces olvidamos que tenemos control sobre él. Esa ideología californiana de determinismo tecnológico que más o menos dice que la tecnología más fuerte es la que sobrevive, o sea que en el proceso de tomar decisiones sobre lo que queremos nos volvemos una especie de proceso evolutivo… yo estoy en contra de eso. Yo creo que deberíamos estar pensando en cómo queremos que sea nuestro futuro, en moldear el futuro como queremos. Un profesor mío de arquitectura decía que todo el diseño es ciencia ficción. Todo el diseño está configurado en el futuro, o debería estarlo, especialmente en arquitectura cuando construyes algo que estará ahí en quince años o más, en un mundo completamente diferente. Por eso creo que este encuentro es muy importante.

Paul Di Filippo: Todo lo que vemos a nuestro alrededor empezó en una cabeza humana. Suena a algo obvio, pero cuando uno considera las implicaciones sabe que uno primero debe tener las ideas antes de hacerlas realidad. Así que el proceso de un encuentro como este para generar ideas y lanzarlas y ver si merecen sobrevivir y hacer que muten y evolucionen es esencial si esperamos que llegue algo nuevo. Gente más rígida podría rechazar esta afirmación y decir, “qué va, eso es pura retórica, una tontería, no hacen sino hablar de sueños”, pero todo lo que vemos a nuestro alrededor empezó en un cerebro humano. Como dijo el sociólogo y crítico literario Lewis Mumford en The Story of Utopias (1922): “una idea es un hecho sólido, una teoría es un hecho sólido, una superstición es un hecho sólido siempre y cuando la gente siga regulando sus acciones en términos de la idea, la teoría, o la superstición; no deja de ser sólida porque se expresa como una imagen, o un sonido.”

Federico Builes: Una de las cosas que más me asombró a mí al estar aquí es que esperaba a un público muy diferente. Yo creí que esto iba a estar lleno de gente con un trasfondo técnico, y hablando con las personas me doy cuenta de que aquí hay de todo menos gente técnica, entonces me alegra realmente que no sólo los ñoños están interesados en esto, que esto es algo que en general la gente quiere escuchar, la gente quiere pensar, la gente quiere opinar. Y eso me alegra.

Raquel Herrera: En todas las disciplinas que se han tratado en el encuentro vemos que hay algo muy antiguo que sigue teniendo fuerza y vigencia: contar historias. Los relatos sobre vidas de las personas en entornos profesionales, los relatos en entornos cotidianos con la realidad aumentada, los relatos de ciencia ficción y también la historia de un programador. Los relatos están más vigentes que nunca, y como a mí me encanta la narrativa, celebro que en este encuentro se manifieste.

Jennifer Magnolfi: Ha sido un placer estar aquí hoy. Estaba muy interesada en apoyar la ambición de Hernán y Vivi para este encuentro, además de obviamente el hecho de estar en la hermosa Colombia, con ese fondo tan espectacular. Al reflexionar sobre lo que pasó hoy, tuvimos testimonios de personas que trabajan en diferentes disciplinas, y lo que pienso es que estamos explorando tecnologías que están disponibles para todos ustedes, la mayoría gratis. Tengo mucha curiosidad por saber cómo una nueva generación de pensadores, ingenieros y diseñadores colombianos va a contribuir a esta conversación, y que vayan a eventos en nuestros países y compartan lo que se está haciendo en Colombia.

[Fotos: Vanessa Reyes]
[Fecha: 24 de febrero]
[Lugar: Comfama Parque Arví]

[Fractal’11] “Cyborg Antropología y la Evaporación de la Interfaz” por Amber Case

Charla de la cyborg antropóloga Amber Case en Fractal’11.

La charla en inglés:

La charla con traducción simultánea a español:

[Video: Telemedellín]
[Intro: Latitud Comunicaciones]
[Lugar: Orquideorama, Jardín Botánico de Medellín]
[Fecha: abril 9, 2011]

[Fractal’11] “Diseño-Ficción en el Columbus School”

Los estudiantes del Columbus School participaron en un concurso de diseño-ficción inspirado en los temas del evento. Los trabajos ganadores, seleccionados por los invitados a Fractal’11, fueron expuestos en el sitio del evento.

Video donde el colegio nos contó cómo fue el proceso:

[Video: Telemedellín]
[Intro: Latitud Comunicaciones]
[Lugar: Orquideorama, Jardín Botánico de Medellín]
[Fecha: abril 9, 2011]

[Fractal’11] “El shock de la música” por Sam Pool aka SPL

Charla del músico Sam Pool aka SPL en Fractal’11.

La charla en inglés:

La charla con traducción simultánea a español:

[Video: Telemedellín]
[Intro: Latitud Comunicaciones]
[Lugar: Orquideorama, Jardín Botánico de Medellín, Colombia]
[Fecha: abril 8, 2011]

[Fractal’11] “Kurt Vonnegut es mi copiloto” por Andrés Felipe Solano

Conversación informal con el escritor colombiano Andrés Felipe Solano sobre Kurt Vonnegut, uno de sus autores favoritos, en Fractal’11.

La charla en español:

La charla con traducción simultánea a inglés:

[Video: Telemedellín]
[Intro: Latitud Comunicaciones]
[Lugar: Orquideorama, Jardín Botánico de Medellín, Colombia]
[Fecha: abril 8, 2011]

[Fractal’11] “El Futuro como Espejo: cómo la ciencia ficción usa el mañana para entender el hoy” por John Kessel

La primera charla de Fractal’11 estuvo a cargo del escritor John Kessel.

Esta es la charla en inglés:

Y esta es la charla con traducción simultánea a español:

[Video: Telemedellín]
[Intro: Latitud Comunicaciones]
[Lugar: Orquideorama, Jardín Botánico de Medellín, Colombia]
[Fecha: abril 8, 2011]

[Descarga] “Esta vez no seré ignorado”

En esta época, a esta hora, las personas que entran a los pocos salones con luz prendida del CES escriben respuestas en una hoja. Excepto en un salón donde la gente no entra a escribir respuestas sino a plantearse preguntas: el salón donde leeremos La Liga de los Ceros de Jeremy Robert Johnson.

Hace frío y no sabemos cuántas personas llegarán. La lluvia convencerá a algunas de mantener sus cuerpos secos en la comodidad de la casa, pero otros no se dejarán persuadir, y estarán dispuestos a viajar y mojarse para llegar a Descarga.

La Liga de los Ceros es una historia sobre modificaciones corporales y el costo de la fama en un futuro cercano. La incluimos en el libro Agua/Cero, la leímos en las Descargas de 2008 y funciona como “droga de iniciación” a este tipo de ficción, tal como lo menciona Jeremy en la nota que nos envió para los asistentes.

Para nosotros, La Liga de los Ceros es una historia “líquida”: una historia que derrite la realidad sólida con elementos fantásticos, extraños, futuristas; que se queda dando vueltas en la cabeza durante días, meses, años; que está escrita y traducida en un lenguaje simple, que es entretenida y refrescante, que fluye entre diferentes áreas y puntos de vista, que promueve la incertidumbre y las posibilidades en vez de verdades absolutas y argumentos de autoridad, que tiene el poder de alterar y expandir mentes. Nosotros estudiamos el impacto de estas historias en las personas, no conectándoles electrodos para analizar sus ondas cerebrales, sino observando sus reacciones. Durante estos cinco años del proyecto hemos visto que La Liga de los Ceros es especialmente poderosa con personas que normalmente no leen, a las que no les gusta la literatura o las aburre leer.

En el salón tenemos proyectada la ilustración de Oscar González de Hombre-Ensalada, buena promoción. Entran los asistentes, incluyendo el que organizó la actividad, Juan Diego Ospina. Cerramos la puerta, apagamos la luz, Vivi y yo hacemos una pequeña introducción. Leo.

La oscuridad dificulta pero no detiene la lectura. Mis ojos deben estar dilatados para permitir que entre más luz, y pienso que si yo fuera el narrador de La Liga de Los Ceros no tendría problemas con mis ojos-sin-iris, sólo pupila, “negros, misteriosos y difíciles de leer”.

Trato de hacer que la voz del Hombre-Ensalada sea rápida y ansiosa, y que la voz del narrador sea fría y casual. Olvido el tono de lectura que me enseñaron en el colegio, olvido el tono poético. He notado que cuando ese tono se interpone, los bostezos aumentan. Procuro una voz casual, aunque la acústica del salón no ayude y deba proyectar la voz con fuerza. ¿Me ayudaría tener la garganta translúcida de E. So. Fago?

Mientras leo, pienso en los estudiantes que están en exámenes finales una pared más allá. Luego de un semestre difícil, y en un estado de agotamiento insomne, podrían identificarse con el narrador de la historia: sacarse el cerebro y meterlo en una caja es buena idea después del examen, ¿no?

Una vez terminada la lectura, nadie sale a fumar. Nadie sale al baño.

Conversamos.

Alguien dice que el poder de La Liga de los Ceros es que no está escrita en un lenguaje elevado. Alguien dice que las historias de Jeremy lo dejan a uno con una piedrita en el zapato. “Yo no he podido superar ‘Nieve’”, dice alguien que leyó esa historia en Agua/Cero. Alguien que no había estado antes en una Descarga, dijo: “yo no leo mucho, pero esto me deja queriendo leer el libro”. Buena promoción.

Alguien dice que la historia impacta tanto por que uno siempre ha querido ser aceptado en un grupo, y está dispuesto a cambiar algo de uno para poder encajar. Alguien dice que Lady Gaga parece un personaje salido de La Liga de los Ceros. Alguien menciona una frase de Amparo Grisales: “vende más el escándalo que el arte”.

Jeremy, en su nota para los asistentes, mencionó a Heidi Montag y Kim Kardashian como personas que se habían hecho una “carrera” y se habían vuelto famosas gracias a sus modificaciones. Escribió: “Ahora es literalmente posible ser famoso por nada, sin talento real o cualidad tangible”.

Alguien resalta que las modificaciones en La Liga de los Ceros son personales y creativas, mientras que las modificaciones que abundan en Medellín, con el auge de la cirugía plástica, son estandarizadas. Copias.

Alguien mencionó a una persona que se había implantado cachos de coral para que su cuerpo los reconozca como huesos y con el tiempo dispersara el coral, calcificándolo, añadiéndolo al cráneo. Un arqueólogo del futuro podría encontrar el esqueleto de este tipo y creer que algunos seres humanos habían evolucionado para tener cachos.

The Enigma es un actor y músico famoso por sus modificaciones, que apareció en el capítulo “Humbug” (en español, Truco) de los X-Files, y que es pionero en este procedimiento: cada año se aumenta los implantes de coral para que la piel tenga tiempo de estirarse. En un artículo en The Guardian de 2002, el doctor Joseph Rosen (reconocido cirujano plástico futurista del centro médico Darthmouth-Hitchcock, asesor del Departamento de Defensa de EEUU y de la NASA, y cirujano de The Enigma) dice que en pocos años existirán alas humanas. Él cree seriamente poder injertar alas en el cuerpo de un ser humano. “Esto es posible porque nuestros cerebros se adaptan para crear mapas neurales para nuevas partes del cuerpo. Cuando nos amputan una extremidad, nuestro mapa neural de esa extremidad gradualmente de desvanece; si adquirimos una nueva parte del cuerpo, nuestro mapa neural se expande. Si te diera alas, desarrollarías literalmente un cerebro con alas. Nuestros cuerpos cambian nuestros cerebros, y nuestros cerebros son infinitamente moldeables”.

Si el Dr. Rosen (aka Dr. Dédalo, como lo llaman en un artículo de Harper’s) hubiera asistido a esta Descarga, hubiera podido aportar al comentario sobre la cirugía plástica. En la entrevista dijo: “¿Por qué sólo valoramos el promedio? ¿Por qué los cirujanos plásticos están dedicados a restaurar nuestras nociones actuales de lo convencional, en vez de dejar que la gente explore, si quiere, las posibilidades?” En un interesante perfil del centro médico Darthmouth-Hitchcock, el Dr. Rosen dijo: “Quiero descubrir lo que no estamos viendo, lo que nos va a sorprender. Quiero hacer las preguntas molestas. La clave es hacerse las preguntas, no conocer las respuestas.” El Dr. Rose, como los que están en este salón, comparte la filosofía de una Descarga.

Hay personas que quieren salirse del molde. Hay personas que quieren hacer parte de La Liga de los Ceros. Como dice The Enigma: “He trabajado con personas con lenguas divididas porque quieren ser como lagartos, personas que quieren parecer gatos. He vivido con estas personas en giras durante años, y créeme, están muy interesadas en operaciones que puedan darles colas o alas.”

Alguien dice: “con el mundo cada vez más sobrepoblado, es mucho más difícil poder diferenciarse de los demás”. Alguien pregunta: “¿la gente se hace estas modificaciones por ser aceptado o por ser diferente? Y alguien le dice: “Si lo hacen por ser diferentes, llegará un momento en el que no serán diferentes, porque los demás lo imitan”.

Sobre la psicología de las personas a las que les atrae este tipo de procedimientos, el Dr. Rosen, dice: “si hay algo que tienen en común los que se hacen modificaciones extravagantes es una increíble necesidad de atención. La mayoría de ellos en el pasado se han sentido ignorados, usualmente por los padres. Eso les da una mentalidad de ‘esta vez no seré ignorado’”.

¿Y hasta cuándo no será ignorado? Alguien dice: “El deseo más grande del ser humano es ser inmortal. Si yo sigo una moda, no soy inmortal. Jamie fue el primero que lo hizo, el héroe… y aunque no logre vivir mucho tiempo con su modificación, será recordado.” Alguien añade: “pero al final, de tantas modificaciones se volverá a lo natural, ¿no? Se cerrará el círculo, como pasa con la moda… el líder de La Liga de los Ceros sería el más natural de todos.”

“Ese nombre,” dice alguien, “La Liga de los Ceros. Se le queda a uno tatuado en la cabeza.”

[Texto: Hernán Ortiz]
[Fecha: 23 de Noviembre de 2011]
[Lugar: Sede Universitaria CES]
[Música: The Bedlam in Goliath — The Mars Volta]
[Foto: Flickr (photognome)]

Jeremy Robert Johnson nació el 21 de septiembre de 1977. Es un escritor norteamericano que vive y escribe en Portland, Oregon, autor del libro de culto Angel Dust Apocalypse, la novela nominada a los premios Stoker Siren Promised, la novela sobre el fin del mundo Extinction Journals, y recientemente la colección de cuentos We Live Inside You. Su ficción ha sido elogiada por autores como Chuck Palahniuk y Jack Ketchum, y ha sido publicada internacioanlmente en diferentes antologías. Tres de sus cuentos han sido traducidos al español: La Liga de los Ceros, Luminary y Nieve, publicados en Agua/Cero: una antología de Proyecto Líquido.
En 2008 trabajó con la agrupación The Mars Volta para contar la historia detrás de su álbum ganador del premio Grammy. En 2010 habló sobre lo extraño y las metáforas como herramientas de supervivencia en el Encuentro Fractal’10 de Medellín, Colombia, donde además leyó “El Remero“, un cuento que escribió inspirado en el tema del evento.
Jeremy administra su propia editorial, Swallowdown Press.

[Fractal’10] Charla: “Ficciones sónicas” por Paul D. Miller aka DJ Spooky

La última charla de Fractal’10, “Ficciones sónicas”, estuvo a cargo del compositor, artista multimedia y escritor Paul D. Miller aka DJ Spooky That Subliminal Kid, quien habló sobre cómo el arte y la literatura pueden reinventar el mundo.

[Fractal’10] Lectura de cuentos inspirados en el tema “Reinventando el mundo”

¿Qué tal si además de invitar escritores para dar charlas en Fractal, les proponemos que lean en vivo una historia escrita para el evento? ¿Y qué tal si un ilustrador, inspirado en lo que está escuchando de la historia, hace pintura digital en vivo? Hicimos este experimento como parte del lanzamiento de Fractal’10, el 23 de abril de 2010, y este fue el resultado:

Daryl Gregory leyendo su cuento Digitalizándose (subtitulado en Español)

Jeremy Robert Johnson leyendo su cuento El Remero (subtitulado en Español)

La pintura digital en vivo fue realizada por el ilustrador Oscar González.

Kij Johnson sobre Chicas Míticas en Descarga

Ayer fuimos a Marinilla para una edición especial de Descarga.

Jose Villegas, asistente de las descargas de 2008 en Medellín, nos preguntó si podía usar el mismo formato de las descargas en Marinilla. Nos dijo que él estaba organizando unas tertulias literarias, pero ya que se acercaba Fractal’11, quería intentar el formato de Descarga. Nosotros no habíamos pensado en Descarga como un formato, y nos pareció muy buena idea. Hicimos una reunión donde le contamos a Jose algunas de las reglas de Descarga: cómo elegíamos las historias, cómo las traducíamos, cómo las leíamos, cómo moderábamos Descarga para promover la participación de todos los asistentes evitando a los argumentos de autoridad, las verdades absolutas, los comentarios de personas que buscan pontificar sobre un tema… siempre promoviendo el sentido del humor y las opiniones honestas — que cada una de las personas que está ahí cuente historias personales sobre lo que sea que le generó la historia. Y dejar que la conversación siga, sin tenerla que enfocar, sin tenerla que direccionar. Recordamos una descarga en la que alguien no entendía la actividad y nos preguntó: “bueno, ¿pero cuál es el objetivo de esto?” Y la respuesta de Oscar, otro asistente de Marinilla (e ilustrador de Chicas Míticas), fue: “es como montar en bicicleta estática: uno no va para ningún lado… pero se ejercita.”

Y uno se ejercita más al salir de la ciudad e ir a otro espacio y otra configuración para leer por primera vez en público el cuento Chicas Míticas. El espacio: Café Mono Capuchino, ubicado en el pasaje comercial Aladino de Marinilla. La configuración: una sala cerrada llena de gente (seguidores de Descarga de Medellín, Jose, Oscar y un interesante grupo de jóvenes de Marinilla), decorada con cables eléctricos de colores y dos velas pirotécnicas que dejaron en el espacio el olor a químico que necesitábamos para la lectura. Como siempre, la proyección del texto de la historia, música relacionada con el ambiente de la historia (el álbum “Shot, Again” de Elenika) y un saludo remoto del autor, esta vez Kij Johnson, a quien aprovechamos para hacerle preguntas sobre el libro.

Y aquí están las preguntas y respuestas (subtituladas en español) para los que no pudieron estar ahí:

La próxima Descarga es…

Aún no sabemos. Les estaremos contando.

[Foto: Vanessa Reyes]

[Fractal’11] Descripción de la charla de Sam Pool

El Shock de la Música

Sam Pool aka SPL hablará sobre la velocidad en la que se está moviendo la tecnología musical y cómo las tecnologías de información móviles están cambiando la forma en la que escuchamos y accedemos a la música. ¡Estamos en un mundo completamente nuevo para los músicos! Los productos físicos están desapareciendo y lo único que se puede vender es una experiencia, como una presentación en vivo o un taller. El nombre de la charla hace referencia al libro The Future Shock de Alvin Toffler.

The Music Shock

Sam Pool aka SPL will talk about how fast music technology is moving and how mobile information technology is changing the way we listen to and access music. It’s a really different world for musicians now. Physical products are disappearing and the only marketable thing is and actual experience, e.g., a live performance or some sort of workshop. The title refers to The Future Shock by Alvin Toffler

[Fractal’11] Descripción de la charla de Juan Guillermo Lalinde

Secretos descifrados: historias de la criptografía

A pesar de que Juan Guillermo Lalinde ha hablado en Fractal sobre “Neuroingeniería” y “Fractales, teoría del caos y determinismo”, uno de los temas que más lo apasiona es la criptografía.

Este año fue natural invitar a Juan Guillermo para que nos contará historias en las que se descifra información, y cómo esta información nos ayuda a entender el presente.

A lo largo de la historia de la humanidad han existido secretos, y los seres humanos hacemos grandes esfuerzos por preservarlos. En esta charla se presentan diversas historias que ilustran algunos de estos esfuerzos y las consecuencias que se han producido cuando pese a todo salen a la luz.”

[Fractal’11] El entretenimiento visto con lupa: entrevista a Johanna Blakley

La periodista Juliana Cifra le hizo la siguiente entrevista a Johanna Blakley, publicada el pasado Domingo 27 de Marzo en Generación de El Colombiano.

Haga la cuenta de las horas al día que ve televisión. ¿Cuántas novelas? ¿Comedias? Programas de variedades. ¿Sabe lo que ha visto? ¿Sólo entretenimiento? Los medios y el espectáculo son hoy en día más influyentes que cualquier religión o filosofía y por ello hay que seguirles la pista muy de cerca.

Una persona promedio ve mínimo cuatro horas de televisión al día (de las cuales la mitad pueden ser propagandas), lee una o dos revistas al mes, conoce las canciones de moda, surfea en la red por otras tantas horas y es sólo, según dice, por entretenerse. ¿Por qué perder el tiempo pensando en ellas? Pues, como lo dice Johanna Blakley, porque moldean nuestra forma de pensar, nuestros valores, posiciones políticas y en general nuestra visión del mundo.

Johana Blakley es una investigadora que ha dedicado toda su vida a analizar los medios, la cultura de masas y la del entretenimiento. Sostiene que ningún contenido es tan innocuo, ni tan ingenuo como pensamos y generalmente los recibimos, absorbemos e interiorizamos sin siquiera saber qué nos dicen.

Sus campos de interés son amplios: el entretenimiento y su interacción con nuestros hábitos sociales, comerciales y políticos, la diplomacia cultural, medios digitales, la cultura de las celebridades o el impacto de la propiedad intelectual en la innovación. Una mujer que tiene mucho que decir, como se ve en esta entrevista que nos concedió como “abrebocas”. Una invitación para que los lectores no se pierdan su charla “Entretenimiento como realidad virtual: el impacto de la imitación”, en Fractal 2011, el 8 de abril en el Jardín Botánico.

¿Cuándo y cómo comenzó su interés por el tema de medios y de la cultura del espectáculo?

Siempre he estado interesada en los medios y la cultura del espectáculo, aún cuando era niña. Siempre disfruté escuchar canciones y ver con cuidado los programas de televisión para poder entender exactamente qué “querían decir”. Por eso me dio mucha emoción tener la oportunidad de dar clases acerca de cultura popular cuando hice mi doctorado. Hacía que mis estudiantes hicieran lecturas concienzudas y análisis semióticos de la publicidad en revistas, canciones populares, caricaturas, comedias y largometrajes. Inmediatamente me di cuenta que la gran mayoría de los estudiantes del University of California College, no tenían la preparación suficiente para explicar qué “argumento” se estaba haciendo en la publicidad de las revistas y era también difícil para ellos explicar porqué algo era gracioso en una caricatura o en una comedia de televisión. Resultó que ellos creían que los contenidos de los productos de entretenimiento y medios no merecían que se les prestara atención. Varios de ellos me dijeron que cuando estaban viendo programas de entretenimiento “apagaban el cerebro”. Se sorprendieron enormemente cuando comenzaron a descubrir lo que los contenidos mediáticos nos dicen acerca de la belleza, el amor, el matrimonio, el ser padres… ¡Y sobre lo que se te ocurra!

¿Usted piensa que hay suficiente investigación acerca de los medios y sus implicaciones en la cultura actual? ¿O apenas estamos descubriendo qué está pasando?

Desafortunadamente no creo que los centros educativos tomen tan en serio el entretenimiento como debieran. Hemos realizado mucha investigación en el Norman Lear Center que demuestra que el entretenimiento puede tener un impacto enorme en la vida de las personas. Tenemos por ejemplo un programa que busca motivar a los guionistas de televisión a usar información correcta sobre salud en los guiones que escriben ya que décadas de investigación federal indican que los consumidores asiduos de televisión creen que la información sobre salud que ven en las series son reales, la aplican a su vida y la difunden como cierta.

En una entrevista usted afirmó que “Las personas tienden a no tener las herramientas críticas que necesitan para enfrentarse con las representaciones que los rodean y conforman su vida”. ¿Cuáles son esas herramientas? ¿Cómo podemos ayudar a los más jóvenes a desarrollarlas?

Creo que cualquier persona, independientemente del lugar del mundo que sea, toma mejores decisiones acerca de su vida si tiene las herramientas que necesitan para entender el complejo entorno mediático que los rodea. Se necesita el desarrollo de un pensamiento crítico para, por ejemplo, determinar si un artículo que se está leyendo en una revista está dando información veraz o está distorsionando intencionadamente el tópico. Los niños a los que se les pide que analicen en forma crítica la cultura visual que los rodea (propagandas, caricaturas, películas) van a tener las herramientas que necesitan para evaluar el bombardeo de información publicitaria a la que estarán expuestos toda su vida. Pienso que las escuelas deberían establecer cursos de conocimiento práctico de medios que prepare a los niños para ser consumidores conscientes (¡O proveedores!) de los contenidos mediáticos.

Por otro lado usted afirma que los medios nos ayudan a interrelacionarnos…

El entretenimiento es un poderoso aglutinador de gente. Hicimos un estudio en el Norman Lee Center para poner a prueba una de mis hipótesis: Que la mayoría de los temas que circulan en Twitter estaban relacionados con el entretenimiento. En nuestro análisis encontramos que las noticias de actualidad, tecnología y Twitter correspondían al 43% de los principales temas, pero la mayoría estaba casi en la frontera del entretenimiento. Yo creo que esto ocurre porque los músicos de moda y los personajes de la televisión y el cine se han convertido en nuestros referentes: si se quiere comenzar una conversación con un extraño, como tanta gente quiere hacer en Twitter, probablemente se comenzará a conversar acerca de contenidos que son relevantes para muchas personas. Si menciona a “Star Wars” todo el mundo sabe de qué está hablando. Si habla de cómo el árbol de Jacaranda se reproduce, la mayoría no tendrá nada que aportar a la conversación. Los deportes son posiblemente los aglutinadores más poderosos y por eso voy a investigar un poco en Colombia acerca del fútbol antes de terminar mi visita.


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HERNÁN ORTIZ. Co-fundador de encuentro Fractal y Proyecto Líquido. Trabajo con historias. E-mail: hernan (arroba) proyectoliquido.net
Twitter: @hernanpl

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