[Fractal’11] El entretenimiento visto con lupa: entrevista a Johanna Blakley
La periodista Juliana Cifra le hizo la siguiente entrevista a Johanna Blakley, publicada el pasado Domingo 27 de Marzo en Generación de El Colombiano.
Haga la cuenta de las horas al día que ve televisión. ¿Cuántas novelas? ¿Comedias? Programas de variedades. ¿Sabe lo que ha visto? ¿Sólo entretenimiento? Los medios y el espectáculo son hoy en día más influyentes que cualquier religión o filosofía y por ello hay que seguirles la pista muy de cerca.
Una persona promedio ve mínimo cuatro horas de televisión al día (de las cuales la mitad pueden ser propagandas), lee una o dos revistas al mes, conoce las canciones de moda, surfea en la red por otras tantas horas y es sólo, según dice, por entretenerse. ¿Por qué perder el tiempo pensando en ellas? Pues, como lo dice Johanna Blakley, porque moldean nuestra forma de pensar, nuestros valores, posiciones políticas y en general nuestra visión del mundo.
Johana Blakley es una investigadora que ha dedicado toda su vida a analizar los medios, la cultura de masas y la del entretenimiento. Sostiene que ningún contenido es tan innocuo, ni tan ingenuo como pensamos y generalmente los recibimos, absorbemos e interiorizamos sin siquiera saber qué nos dicen.
Sus campos de interés son amplios: el entretenimiento y su interacción con nuestros hábitos sociales, comerciales y políticos, la diplomacia cultural, medios digitales, la cultura de las celebridades o el impacto de la propiedad intelectual en la innovación. Una mujer que tiene mucho que decir, como se ve en esta entrevista que nos concedió como “abrebocas”. Una invitación para que los lectores no se pierdan su charla “Entretenimiento como realidad virtual: el impacto de la imitación”, en Fractal 2011, el 8 de abril en el Jardín Botánico.
¿Cuándo y cómo comenzó su interés por el tema de medios y de la cultura del espectáculo?
Siempre he estado interesada en los medios y la cultura del espectáculo, aún cuando era niña. Siempre disfruté escuchar canciones y ver con cuidado los programas de televisión para poder entender exactamente qué “querían decir”. Por eso me dio mucha emoción tener la oportunidad de dar clases acerca de cultura popular cuando hice mi doctorado. Hacía que mis estudiantes hicieran lecturas concienzudas y análisis semióticos de la publicidad en revistas, canciones populares, caricaturas, comedias y largometrajes. Inmediatamente me di cuenta que la gran mayoría de los estudiantes del University of California College, no tenían la preparación suficiente para explicar qué “argumento” se estaba haciendo en la publicidad de las revistas y era también difícil para ellos explicar porqué algo era gracioso en una caricatura o en una comedia de televisión. Resultó que ellos creían que los contenidos de los productos de entretenimiento y medios no merecían que se les prestara atención. Varios de ellos me dijeron que cuando estaban viendo programas de entretenimiento “apagaban el cerebro”. Se sorprendieron enormemente cuando comenzaron a descubrir lo que los contenidos mediáticos nos dicen acerca de la belleza, el amor, el matrimonio, el ser padres… ¡Y sobre lo que se te ocurra!
¿Usted piensa que hay suficiente investigación acerca de los medios y sus implicaciones en la cultura actual? ¿O apenas estamos descubriendo qué está pasando?
Desafortunadamente no creo que los centros educativos tomen tan en serio el entretenimiento como debieran. Hemos realizado mucha investigación en el Norman Lear Center que demuestra que el entretenimiento puede tener un impacto enorme en la vida de las personas. Tenemos por ejemplo un programa que busca motivar a los guionistas de televisión a usar información correcta sobre salud en los guiones que escriben ya que décadas de investigación federal indican que los consumidores asiduos de televisión creen que la información sobre salud que ven en las series son reales, la aplican a su vida y la difunden como cierta.
En una entrevista usted afirmó que “Las personas tienden a no tener las herramientas críticas que necesitan para enfrentarse con las representaciones que los rodean y conforman su vida”. ¿Cuáles son esas herramientas? ¿Cómo podemos ayudar a los más jóvenes a desarrollarlas?
Creo que cualquier persona, independientemente del lugar del mundo que sea, toma mejores decisiones acerca de su vida si tiene las herramientas que necesitan para entender el complejo entorno mediático que los rodea. Se necesita el desarrollo de un pensamiento crítico para, por ejemplo, determinar si un artículo que se está leyendo en una revista está dando información veraz o está distorsionando intencionadamente el tópico. Los niños a los que se les pide que analicen en forma crítica la cultura visual que los rodea (propagandas, caricaturas, películas) van a tener las herramientas que necesitan para evaluar el bombardeo de información publicitaria a la que estarán expuestos toda su vida. Pienso que las escuelas deberían establecer cursos de conocimiento práctico de medios que prepare a los niños para ser consumidores conscientes (¡O proveedores!) de los contenidos mediáticos.
Por otro lado usted afirma que los medios nos ayudan a interrelacionarnos…
El entretenimiento es un poderoso aglutinador de gente. Hicimos un estudio en el Norman Lee Center para poner a prueba una de mis hipótesis: Que la mayoría de los temas que circulan en Twitter estaban relacionados con el entretenimiento. En nuestro análisis encontramos que las noticias de actualidad, tecnología y Twitter correspondían al 43% de los principales temas, pero la mayoría estaba casi en la frontera del entretenimiento. Yo creo que esto ocurre porque los músicos de moda y los personajes de la televisión y el cine se han convertido en nuestros referentes: si se quiere comenzar una conversación con un extraño, como tanta gente quiere hacer en Twitter, probablemente se comenzará a conversar acerca de contenidos que son relevantes para muchas personas. Si menciona a “Star Wars” todo el mundo sabe de qué está hablando. Si habla de cómo el árbol de Jacaranda se reproduce, la mayoría no tendrá nada que aportar a la conversación. Los deportes son posiblemente los aglutinadores más poderosos y por eso voy a investigar un poco en Colombia acerca del fútbol antes de terminar mi visita.
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